
Entrevistamos a Manuel Valero Yáñez, Vicedecano y Tesorero del ICAM, aspirante a Decano en las elecciones al ICAM 2017
¿Por qué razón se presenta a las elecciones del Instituto de abogados de la villa de Madrid?
Sencillamente pues llevo como agremiado ejerciente en el ICAM más de treinta años; por el hecho de que desde hace prácticamente cinco años he sido su Vicedecano y Tesorero comprometido con unas promesas electorales que solo en parte se han efectuado, incluso menos las mejoras referidas al Turno de Oficio, al que pertenezco desde sus inicios; por el hecho de que me importa que nuestro instituto sea un referente en democracia corporativa, trasparencia, integración y participación en su administración de los agremiados, y simbólico en la defensa a todo trance del Estado de Derecho y la Dignidad de la Abogacía.
¿Qué le diferencia del resto de las candidaturas?
Nuestra candidatura tiene una edad media de cincuenta años, es igualiaria de mujeres y varones, está formada por abogados veteranos ejercientes, modestos y unipersonales, la mayor parte adscritos al Turno de Oficio y encabezada por mi modesta persona que tiene la experiencia y conocimiento de haber estado en su Junta de Gobierno a lo largo de estos últimos cinco años, lo que representa una neta diferencia con respecto a las 2 que forman una novedad en estas elecciones. No menos con la que se publica como continuista de una administración escolar de la que no creo puedan alardear y con la que el Vicedecano (y también.f.) ha sido notoriamente muy crítico. Y con lo que se refiere a la quinta candidatura ya proclaman que se presentan con carácter testimonial, puesto que objetan la necesidad de la existencia del ICAM.
¿Cuál es la medida estrella de su programa?
Ser la opción alternativa contra la precariedad de la profesión y la mercantilización del Derecho, lo que tiene su traducción práctica en: recobrar el ICAM como la casa DE y PARA sus abogados, a través de su democratización, la integración y participación de sus agremiados en una administración transparente, beneficiándolos con ofertas escolares y/o descubrimiento de nuevas ocasiones profesionales; facilitar su acceso a una capacitación teórico/práctica de calidad, diversa y puntera, con singular atención a la ayuda y protección a nuestros mayores, a la joven abogacía y su iniciación profesional, como a los abogados precarizados por los grandes despachos o bien empresas; dignificar el Turno de Oficio y sus abogados; y recobrar la voz pública potente de nuestro instituto frente a las instituciones y la sociedad en defensa del Estado de Derecho y de la profesión.
¿Bajará las cuotas escolares?
Nuestra promesa electoral es la bajada progresiva de las cuotas escolares a lo largo de toda la legislatura. Gratuidad de cuota en los 2 primeros años de colegiación, sosteniendo las cuotas reducidas actuales a lo largo de los dos años siguientes, y exonerando de cuota desde los setenta y cinco años de edad.
¿Está a favor de que estar agremiado sea obligatorio?
Absolutamente. La existencia de los institutos de abogados es la garantía de la unidad de la abogacía como colectivo profesional, de su identidad gremial, de la defensa eficiente de la profesión y de su credencial corporativa y pública en la salvaguarda del Estado de Derecho.
Hoy día existen muchos abogados que verdaderamente ignoran y se preguntan a fin de que sirve su instituto, ¿a fin de que cree que sirve el Instituto de abogados?
Sí, quizá por esta razón una candidatura se postula con el leimotiv “Por un instituto útil”, lo que es como decir de manera velada que nuestro instituto ha sido inútil hasta el momento o bien quizá insinuar que las prácticamente 2 centenas de empleados no han conseguido hacer útil al instituto, lo que no se compadece de la verdad, puesto que entre otras muchas razones ahí está desde el instante en que lo creó D. Felipe II como una congregación de ayuda mutua, con lo que su utilidad está acreditada históricamente. Esa duda de una parte esencial de nuestros agremiados se deriva del divorcio que se ha producido en nuestro instituto por la administración efectuada por las consecutivas Juntas de Gobierno desde D. Antonio Pedrol Rius, de tal modo que el instituto ha sido muy provechoso y útil para una minoría de los abogados y también “inútil” y también inútil para la mayor parte, por lo que, en mi modesta opinión, no es buena tarjeta electoral la candidatura que se predica como continuidad de la Junta saliente. Por lo tanto, recobrar su utilidad real, eficaz y ventajosa para todos y cada uno de los agremiados, en sus dimensiones profesionales y públicas, será el duro trabajo, acusadamente motivante para los agremiados, de nuestra candidatura desde el día catorce de diciembre.
Si sale escogido Decano ¿se presentará a la reelección?
De principio, confieso que soy un seguidor persuadido de la alternancia del consulado anual de la República Romana, si bien en nuestro instituto esa legación es de 5 años, los que, Dios a través de, va a ser un honor cumplir, con lo mejor de mi equipo y de mi mismo, con ese orden electivo, con lo que si logramos conseguir la obra bien hecha el futuro y los agremiados va a tener la última palabra.
¿Qué cambios introduciría en la administración escolar o bien cuales le semejan ideales y por consiguiente sostendrá y fortalecerá?
Aparte de lo ya expresado previamente en nuestro programa está detallado todo el abanico de cambios novedosos en la administración de nuestro instituto. Sin embargo, el propósito primordial en la administración escolar de nuestra candidatura es la optimación de los recursos materiales y humanos escolares para lograr una administración sobria, eficiente y eficaz para todos y cada uno de los agremiados, con una administración de los gastos parca que nos deje tener capacidad de inversiones para mejoras escolares y también infraestructuras, de forma que los ingresos no dependan primordialmente de las cuotas, sino más bien progresivamente del abanico de servicios y posibilidades con costes atractivos que se ofrezcan a las necesidades reales de los agremiados, aparte de transformar nuestro Centro de Estudio en la mejor Universidad Europea y lograr igual prestigio, preponderancia y rentabilidad con respecto a nuestra Corte de Arbitraje y Servicio de Mediación.
El Instituto de abogados de la capital española cuenta con veintidos abogados jóvenes, ¿por qué razón piensa que estos deberían votar a su candidatura?
Modestamente no creo que los jóvenes abogados tengan protesta del apoyo activo que el el día de hoy Vicedecano y Tesorero en funciones les ha prestado en las actividades organizadas por la A.J.A., en su presupuesto y en las relaciones cordiales que he tenido con sus 2 Presidentes. Sin embargo, nuestro programa ostenta singular sensibilidad con respecto a la abogacía joven, su iniciación profesional, la busca de empleo, las situaciones y problemáticas de sus posibilidades laborales dependientes y su capacitación teórico/practica con costos exentos o bien reducidos, con lo que vamos a resguardarles y asistirles no solo en lo relativo a exención de cuotas a lo largo de los 2 primeros años, sosteniendo las cuotas reducidas un par de años más, sino más bien asimismo con préstamos sin interés para el establecimiento de sus despachos, aparte de que cuando sea Decano restauraré la participación del Presidente de A.J.A. en las Juntas de Gobierno.
Si sale escogido ¿se postulará a la presidencia del Consejo General de la Abogacía?
Mi dedicación exclusiva será para el ICAM, sin perjuicio de la participación que reglamentariamente me corresponda en el C.G.A.E.
(fuente: informativojuridico.com)