
Según se desprende del estudio, los empresarios europeos de compañías con intereses tanto en el R. Unido como en la Unión Europea muestran una enorme preocupación, en tanto que estiman que no se les está teniendo presente en las negociaciones. Por esta razón, demandan a gobiernos y a los equipos negociadores que avancen de forma urgente en pactos comerciales para intentar desvanecer la enorme inseguridad existente sobre el futuro blog post Brexit. El CEO de Ketchum Public Affairs, José Ramón Caso, que fue el responsable de presentar las conclusiones del informe, aseveró que “los empresarios lamentan que el presente esquema negociador por fases establecido por la UE ha añadido más incertidumbre”.
Entre las grandes preocupaciones trasversales entre ámbitos económicos que han señalado el centenar de empresas consultadas resaltan los nuevos aranceles que se podrían crear, las barreras aduaneras, la divergencia regulativa y la complejidad de movimiento de trabajadores en proyectos transfronterizos. “Todo ello, en economías tan integradas como las europeas, podría suponer un retroceso de décadas, desde la perspectiva de los empresarios participantes y produciría, además de esto, un incremento en sus costos que sería trasladado por último a los consumidores”, resaltó Caso.
Para encarar con garantías este cambio económico tan esencial, el campo empresarial europeo demanda que se establezca un periodo de transición en el que amoldarse al nuevo contexto comercial, regulativo, laboral y político entre los dos espacios. Para el catedrático de Derecho Internacional Público y de la Unión Europea y asesor académico de Herbert Smith Freehills, Antonio Pastor, “hacen falta periodos transitorios. El Brexit tiene una enorme dificultad jurídica, por el hecho de que R. Unido va a parar de estar inmerso en el derecho de la Unión Europea, y los tratados internacionales y los pactos a dos bandas van a tener muchas contrariedades, cuya complicación ya está en los propios pactos de retirada y transición. Por el momento, la duda es el papel específico que jugarán individualmente los estados miembros”.
El embajador británico en España, Simon Manley, asimismo apuesta por un periodo transitorio. “Tenemos que trabajar para suprimir esta inseguridad y poder llegar pronto a la segunda fase ya prevista, a fin de que las Administraciones y empresas puedan prepararse para el futuro de la relación entre R. Unido y la Unión Europea. Espero que podamos asegurar los derechos de los ciudadanos y eludir los aranceles y trabas”, aseveró.
A pesar de lo dudoso del resultado de las negociaciones, los empresarios europeos tienen claro, conforme refleja el estudio, que el R. Unido proseguirá siendo una economía esencial para el resto de países europeos, en especial en cuestiones como investigación, I+D, acceso a servicios financieros y de seguros y como puerta de entrada a los mercados internacionales. “Para los directivos consultados, la City de la ciudad de Londres es un ecosistema no trasladable a otra urbe europea”, asegura Caso.
El estudio en España
Los líderes empresariales participantes en el estudio en España demandan al Gobierno de Mariano Rajoy que exista un flujo compruebe de interlocución con el campo empresarial, y concretamente con las Pequeñas y medianas empresas, a lo largo del proceso de negociación. Asimismo manifiestan la necesidad de que, dados los grandes intereses a dos bandas con el R. Unido, el Ejecutivo defienda un pacto lo más conveniente posible y tome el liderazgo de las negociaciones, de manera que los grandes impulsos no se descarguen solamente en Francia y Alemania. G. Bretaña fue en dos mil dieciseis el primer inversor europeo directo en España. Ciertos empresarios asimismo piden a los negociadores que se cierre primero un pacto sobre los derechos de los ciudadanos, para no transformarlos en moneda de cambios para los aspectos comerciales.
Del mismo modo que sus colegas europeos, los directivos españoles mostraron su preocupación por la inseguridad total sobre el resultado del Brexit en estos instantes. Las nuevas barreras aduaneras, la carencia de armonización de estándares de recursos y servicios o bien las injerencias de Estados Unidos y China en la negociación asimismo son aspectos que podrían impactar muy de forma negativa en la competitividad de las compañías en España.
Para el directivo general de Integración y Coordinación de Temas Generales de la Unión Europea del Ministerio de Temas Exteriores, José Pascual Marco, “una de las grandes preocupaciones del Gobierno es saber trasmitir bien a nuestras empresas que es un proceso que puede ser traumático”. No obstante, Marco advirtió que “la Administración está preparada y ordenada para informar y asistir a las compañías. Además de esto, sabemos que, en este tema, debemos ser lo más transparente posible y dar toda la información de la que disponemos”. El directivo general agregó que “el Gobierno es optimista cara la asamblea del próximo quince de diciembre del Consejo Europeo, especialmente tras el preacuerdo alcanzado el pasado sábado, y donde se examinarán los progresos hasta la data para poder ver si se pasa ya a una segunda fase”.
Precisamente, el estudio refleja espacios para el optimismo en la clase empresarial de España con respecto al Brexit, que ha conllevado el impulso de proyecto de y también-commerce en ciertas empresas para procurar llegar a nuevos mercados, o bien afianzar su presencia en otros, y compensar de este modo posibles efectos negativos en su negocio en el R. Unido. Otras compañías aprovechan este periodo de replanteamiento estratégico para convertir sus modelos de negocio o bien sus procesos de funcionamiento como intento de amoldarse mejor a los nuevos tiempos. Además de esto, hay empresas relevantes con negocio en las dos áreas que ven en el Brexit una posible ocasión para los próximos años, si bien en dependencia de la nueva legislación que se consiga de la negociación.
Para el expolítico, diplomático y presidente de Rupérez International, Javier Rupérez, “el daño con el Brexit está hecho y es bastante difícil mitigarlo, mas no debemos hacer concesiones al que se marcha y ha creado el inconveniente sin razón para hacerlo, que es el R. Unido. Esto tiene mala solución, y es ineludible padecer las consecuencias. Lo esencial es prepararnos lo mejor posible”.
Sobre el Brexit Ambition Project
El estudio, impulsado por el Council of British Chambers of Commerce in Europe (COBCOE), ha conllevado una encuesta inicial entre cien empresas europeas para delimitar aquellas áreas más alarmantes y una siguiente ronda de asambleas empresariales en dieciocho de los veintisiete países de la UE. En suma se han festejado veintisiete mesas redondas reuniendo a las compañías por campos y países. Para hacer el estudio, las Cámaras de Comercio Británicas en Europa han contado con la cooperación de diferentes asociados en todos y cada país. En España, la Cámara de Comercio Británica ha contado con la ayuda de Ketchum Public Affairs.
Toda la información generada en todos y cada mesa redonda se compiló de forma local, se examinó y se incluyó en este informe que incluye a campos tan variados como el automovilístico, el agrícola, el aeroespacial, los servicios financieros, los energéticos, seguros, TIC, el campo farmacéutico, defensa, textil, logístico o bien educación superior entre otros muchos.
(fuente: informativojuridico.com)